RECUADRO 5

CENTRALISMO BUROCRATICO Y CLIENTELISMO EN LA EDUCACION SUPERIOR

Un actor fundamental en el campo de las políticas de educación superior es la burocracia gubernamental, que en muchos países de la región se haya hoy dominada por el centralismo burocrático. Este se caracteriza por:
  • (i) Una acción del Estado sobre el conjunto del sistema que se realiza a través de la multiplicación de normas legales, las que invaden los más diversos campos institucionales: la creación y acreditación de instituciones, su status legal, su estructura interna, las formas de ejercicio del poder institucional, el curriculum, las carreras y el ejercicio profesional.
  • (ii) El sistema crea una burocracia cuya función y cuyo poder derivan de la fiscalización del cumplimiento de las normas.
  • (iii) Existe una tendencia incontrarrestable para que el aspecto formal tenga precedencia sobre cualquier juicio de valor o evaluación del mérito.
  • (iv) El sistema se haya fuertemente verticalizado.
En estas condiciones, y dado que no existen criterios para juzgar la calidad y relevancia de la propuestas que no sean criterios estrictamente formales, las decisiones últimas son en gran medida personales,  quedando al arbitrio de los altos funcionarios.

Ello hace que la toma de decisiones se procese a través de un juego de influencias -donde el clientelismo político ocupa un lugar central- que recorre todos los escalones: en el nivel más alto, los diferentes actores movilizan apoyo político (en general partidario) para tener acceso al ministro y obtener así una decisión favorable a sus demandas; en los escalones medios  e inferiores, la influencia política, o las relaciones personales (cuando no el soborno) son los encargados de agilizar la tramitación de los procesos. En esta condiciones, el mérito de las propuestas o las demandas constituye un factor enteramente secundario.

El caso de Brasil ofrece un buen ejemplo del modo de operación del clientelismo político. Este afecta a las relaciones de las instituciones de educación superior con los órganos centrales de decisión, relaciones que se procesan a través de los rectores. Cada rector encamina sus reivindicaciones a través de contactos personales con altos funcionarios. La atención de estas demandas depende, en alto grado, del prestigio del rector  y del apoyo político que le es ofrecido por los gobernadores, diputados o senadores. Una vez atendida la demanda, su tramitación depende de que ésta sea seguida a través de los escalones intermedios, lo que también pasa a ser tarea de los rectores. Las relaciones personales establecidas con figuras clave  de los escalones burocráticos constituyen un importante elemento para el éxito y la obtención de soluciones favorables, prontas y rápidas. En el caso brasileño, parte importantísima de una gestión universitaria exitosa reside en la presencia constante del rector en el Ministerio de Educación.